Mantener la cadena de frío desde el punto de origen hasta el destino final es fundamental para asegurar que cada dosis cumpla con los estándares de calidad necesarios.
Debido a las bajas temperaturas, la reducción de luz solar y la frecuencia de reuniones en interiores, esta época del año provoca un aumento en enfermedades respiratorias como la influenza y la neumonía. Para las farmacéuticas y distribuidores de medicamentos esto conlleva un desafío importante, porque al aumentar este tipo de padecimientos, también se incrementa la demanda de vacunas. Un manejo adecuado, especialmente en el control de la temperatura durante el transporte de vacunas, puede garantizar su estabilidad y eficacia.
El tema cobra relevancia al considerar se está llevando a cabo la Campaña Nacional de Vacunación contra la influenza y SARS-CoV-2 hasta el 28 de marzo de 2025, en la que se espera la aplicación un total de 36,1 millones para influenza y 22,9 millones para SARS-CoV-2, de acuerdo con la Secretaría de Salud. Este escenario no solo implica atender la alta demanda estacional de las instituciones de salud, también evitar cualquier riesgo de pérdida de producto por condiciones inadecuadas de temperatura.
Nos encontramos en una época clave para la logística de medicamentos y vacunas. Para aprovechar esta oportunidad, las empresas deben estar preparadas, poniendo especial atención en el monitoreo de la temperatura durante el traslado de estos productos y mantener la cadena de frío intacta es esencial, ya que una mínima fluctuación de la temperatura puede comprometer la eficacia de las vacunas.
Conservación intacta de vacunas en la cadena de frío
Las vacunas termosensibles, como las de influenza y SARS-CoV-2, requieren de condiciones específicas de almacenamiento y transporte, ya que, al estar fuera del rango de temperatura recomendado, ponen en riesgo la eficacia del producto. La fluctuación de temperatura durante el traslado representa una posible pérdida económica para las empresas y un riesgo de desabastecimiento en un momento crítico.
Para asegurar la conservación de vacunas en la cadena de frío, se sugiere monitorear la temperatura para tener un control constante desde el punto de origen hasta el destino final acciones que permiten una supervisión en tiempo real de las condiciones dentro de los contenedores, de modo que, si se detecta alguna desviación en los rangos de temperatura recomendados, se pueda actuar de inmediato para evitar la pérdida del producto.
Por otro lado, si las farmacéuticas o las distribuidoras de productos no están preparadas con las soluciones adecuadas, tanto en calidad como en cantidad, se arriesgan a enfrentar demoras en las entregas o, peor aún, la pérdida de vacunas por un mal manejo de las condiciones ambientales y la afectación a la población. Y es que una alta demanda de producto implica la necesidad de recursos extra, ya sea materiales o humanos, para cumplir con la logística en tiempo y forma.
Un servicio integral para la logística de medicamentos y vacunas
Con el fin cubrir emergencias o como medida previsoria ante posibles problemas de falta de personal, equipos o transporte, las farmacéuticas y los distribuidores pueden recurrir a socios logísticos especializados en la gestión de la cadena de frío. Estos socios pueden ofrecer soluciones innovadoras para el transporte de vacunas y la logística de medicamentos, ajustadas a las necesidades de cada negocio, que van desde el acondicionamiento y configuración de fuentes de frío, instrumentos calibrados para el monitoreo contante de la temperatura, hasta la entrega de última milla.
Un socio especializado permite acceder a contenedores o empaques calificados listos para su uso, equipados con monitores de temperatura para un control constante durante el tránsito y la distribución. Además, si se trata de contenedores reutilizables, el proveedor puede encargarse de tareas como la inspección, el mantenimiento, el reemplazo de partes y las reparaciones necesarias, manteniendo el equipo en condiciones óptimas.
Además, puede brindar a las compañías farmacéuticas otros servicios para la cadena de frío, que van desde la preparación, armado y envío de contenedores hacia las ubicaciones solicitadas, hasta la distribución al cliente final y el monitoreo continuo de temperatura. Así mismo, puede proporcionar soluciones flexibles, adaptándose a las fluctuaciones en la demanda y permitiendo una respuesta rápida en caso de fallos técnicos o logísticos.
Esta atención integral a la cadena de frío permite a las empresas asegurarse de que los productos sensibles a la temperatura lleguen en condiciones adecuadas y refuerza la confianza en la calidad y seguridad del producto final.
Una adecuada gestión de la cadena de frío protege la inversión de las farmacéuticas y distribuidores, y fortalece la confianza de la sociedad en la eficacia de las campañas de vacunación. Asegurar la calidad de las vacunas mediante un monitoreo continuo de temperatura y una logística planificada es fundamental para enfrentar los desafíos de la temporada invernal, garantizando que los productos críticos lleguen en las mejores condiciones posibles y contribuyendo al bienestar general de la población.